La ciudad de Milán se consolidó como la capital indiscutida de la moda italiana con la icónica Vía Montenapoleone y el Quadrilatero della Moda como epicentro de boutiques de alta costura y locales de las marcas internacionales más exclusivas a nivel mundial tanto para mujeres como hombres.
A su vez, la exposición Milan Fashion Week que atrajo a compradores, diseñadores y amantes de la moda de todo el mundo, sumó desfiles abiertos al público y experiencias exclusivas en showrooms.
Por su parte, la ciudad de Florencia, cuna de la tradición artesanal, volvió a ser elegida por su legado en marroquinería, joyería y confección de prendas de alta calidad. Sus talleres en el Ponte Vecchio y el barrio de Oltrarno ofrecieron visitas guiadas para conocer de cerca el trabajo de artesanos que abastecen a las grandes firmas. Roma, por su parte, combinó compras de lujo en la Vía Condotti con experiencias culturales en escenarios históricos, lo que atrajo a un público que busca moda y patrimonio en un mismo viaje.
Entre las propuestas emergentes, Nápoles y Turín sumaron espacios creativos y mercados de diseñadores independientes que impulsaron el turismo de moda alternativo. Los especialistas recomiendan planificar los viajes durante los eventos clave del calendario -como las fashion weeks de Milán y Florencia, o las ferias de Pitti Immagine- y reservar con anticipación, ya que la demanda de hoteles y restaurantes se dispara en esas fechas.
Italia fue distingcuida como el mejor destino de aventura en solitario según el ranking elaborado por la plataforma digital Much Better Adventures que destacó los países más atractivos para quienes viajan sin compañía. Este estudio se basó en factores como la seguridad, biodiversidad, accesibilidad económica y conectividad, posicionando al país europeo por encima de destinos de Asia y del resto de Europa.
El informe posicionó a Italia en la cima del escalafón global por su combinación única de cultura, naturaleza, gastronomía y aventura. Desde los Alpes y Dolomitas, hasta las costas de Amalfi, Sicilia o Cerdeña.
Desde el punto de vista ambiental, Italia obtuvo una calificación de 67,71 puntos en biodiversidad, destacando su variada geografía: bosques alpinos, zonas volcánicas, lagos y biodiversidad marina. Esta diversidad permite que cada itinerario combine lo cultural con lo natural, adaptándose al perfil del viajero aventurero contemporáneo.
En cuanto a los costos, el país mantiene una buena relación calidad-precio, con comidas por menos de 15 euros y una amplia oferta de alojamientos para todos los presupuestos. Además, la facilidad de entrada para viajeros europeos y británicos, junto con vuelos de corta o media distancia, refuerzan su posición como un destino ideal para escapadas espontáneas.